jueves, 12 de julio de 2007

Instropección al genio de la lámpara interna

No hay día en que se salvé del ataque masivo corruptivo de los seres que tienen conciencia y se declaran superiores sin desdén, ni arrugas en sus caras de “quiero, deseo, podría ser, lamentablemente no es así, dios quiera, ojalá” Sin sabiendas a quién se dirigen o hasta dónde podría llegar sus exclamaciones, dichos de los que se podría llevar el viento y recorrer cada rincón de las personas con las que se encontrase, simplemente podría ahogarse con la propia acción de formularla y con tono de ser que piensa podría amargarse con su propio remedio de una corta vida.

Lo más interesante de los seres humanos, más que una habilidad, es el deseo, la ambición, lo de querer más, tener expectativas, cosa que nunca he visto a un animal intentando acaparar todo un ganado por simple hecho de ser mejor “depredador”, no me imaginó que las arañas tejen sus telas para lograr la sutil arte en las que nacen con sabiduría, no concurro a escuchar a los grillos teniendo la fe de que algún día la escuche un grillo maestre del cuál lo invité a ser su aprendiz para lograr algún día la perfección y componer como los antiguos grillos, nunca he oscilado en divagar en que un león pelee por sus leonas por el simple deseo a tener sus parejas con las cuales jugar. La gran diferencia del ser humano con el animal, es que el desea para sobrevivir el día a día, mientras que los animales sobreviven el día a día sin conciencia de un mañana o un fin a sus días. Acá cabe la interpretación de cada persona para saber quien vive mejor o quién es el que tiene ventaja a este paulatino camino en el que vagamos llamado vida.

El ser humano siempre exige, pero pocos tienen conciencia de que sus pedidos son órdenes propias que se hacen. El futuro de cada persona esta literalmente en sus manos, en lo que construya cada día, lo que aspire, la diferencia está en los negativos y positivistas. Los negativos se declaran “realistas” una tendencia que está en los que ha tomado más trabajo y los que han podido saborear siempre el lado amargo, lo cuál tienen en un altar totalmente alejado lo que desean, y cuándo disparan algún deseo, es como débil disparo el cuál lanzan perpendicularmente sobre ellos y los cuales después caen encima “Me gustaría ser más ……, pero nunca lograré eso, ni en sueños” Es realizar un pase al genio de los deseos y asesinarlo en ese mismo momento, es muy diferente realizar el siguiente acto “Me gustaría ser más ……., pero sé que me costará, no es imposible, es difícil, muy difícil, pero estoy en camino a ello” Queridos lectores, ¿Pueden observar el cambio? Esto es comúnmente realizado por lo positivistas, los que ven siempre el lado medio lleno del vaso, los cuales construyen y controlar sus acciones, a veces ofuscadamente (al fin y cuentas somos seres humanos, seres imperfectos, pero nos podemos acercar si es que nos predisponemos al arduo trabajo de la perfección), pero son soñadores por naturaleza, que no aceptan ningún no como el fin de algo, si no como un principio el cuál debe ser trabajado para que mañana sea un sí. El ser humano exige para bien, se amedrenta para mal, las penas hay que saborearlas como un buen amargo vino el cuál se debe dejar en la estantería como recuerdo de los sabores que nos entrega la vida, más de alguna vez se destapara, no por voluntad propia, pero la voluntad está en reconocerla, disfrutarla, y saber cuándo tapar la botella. Abrir el vino de la gloria, está a sencillos pasos del rincón más cercano del interior de las personas, pero debe ser tratado como si fuéramos a salir como la primera vez con una mujer. Obviamente con dudas, nervios y algo de miedo, pero a la hora de accionar la maquinaria del ser positivista, el caminar debe ser totalmente sincero, sereno, aun con todos los sentimientos encontrados, pero conciente de que finalmente se encontrara una gran sonrisa, un gran puente creado entre abismales precipicios y que las distancias se acortaran con el trabajo.

El ser humano con su deseo nació la duda, pero la duda se extermina con la concretación del deseo ya formulado. Desea de a poco, desea algo que tal vez “quieres”, pero no estás totalmente entregado para que se concibas y práctica esa lucha con la duda, juega a tú juego y ganaras, es mejor batallar en el campo propio que el del enemigo. Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad.

Les deseo una introspección a ustedes, los genios de su propia lámpara llamado cuerpo humano, el cuál no debe hacer rituales para poder despertase a si mismo (estás leyendo esto, lo cuál es que eres un ser conciente. Piensas, luego existes, cuestiónate y ya has crecido, agradece y serás bendito), simplemente desear y estár conciente de que tu deseo está en proceso, cuidado con lo que deseas, puede ser realidad.

Próximamente cuestionare lo incuestionable, para demostrar lo cuestionable que son las cuestiones de cada uno en el que participa en la idea de vida.

Saludos más cordiales posibles a los que me leen, a los que me leerán y los que lo han hecho.

Atte.
Yomismo


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